miércoles, 9 de marzo de 2011

La experiencia de un matrimonio


Nelson Véliz y María Isabel Zamudio tienen años de experiencia en este rubro, por lo que saben las situaciones por las que se atraviesa al mando de un transporte escolar en San Antonio.
El matrimonio de Nelson Véliz y María Isabel Zamudio se dedica al transporte escolar de estudiantes por casi 16 años, etapa por la cual han atravesado por varias situaciones, pero que les ha posibilitado desarrollar un sistema de trabajo que les permite responder a los requerimientos de los padres y apoderados de manera adecuada.
Juntos han salido adelante en este trabajo, han conocido generaciones de estudiantes a quienes acompañaron en todo su desarrollo hasta verlos convertidos ahora en profesionales.
Por eso sienten alegría cuando los reconocen y los saludan con cariño cuando se encuentran nuevamente a esos estudiantes, claro que ahora en otra faceta, no sólo con el uniforme.
María Isabel, conocida cariñosamente como “Tía Maritza”, es una de las muchas mujeres que conduce un móvil amarillo. Ella sabe de lo que está hablando cuando se analiza esta labor.
“Este trabajo es estresante –señala- hay que tener mucha paciencia, además de ser muy buen conductor pues los padres nos confían sus tesoros, son lo más preciado de cada familia, de ahí que nuestros pasajeros sean los más importantes. Por eso, para manejar un furgón hay que ser una persona capacitada, comprender a los niños y entregarse como papás también”.
Señala que las responsabilidades de los conductores muchas veces van más allá de un chofer, hay que ser el nexo de los niños con los colegios y tomar decisiones sobre determinadas situaciones. “Ocurre que a veces los menores se sienten enfermos en la escuela y hay que hacer algo, llevarlos a sus domicilios o a otro lugar. Para nosotros ha sido importante trabajar con un solo colegio, por eso manejamos nuestros tiempos, no andamos corriendo de un lugar a otro, conocemos a los profesores. Si un niño se enferma, volvemos por ellos y los llevamos a sus casas, por eso los padres tienen confianza y se sienten tranquilos. Con el tiempo se ha creado un lazo especial, hay cariño, los niños agradecen el buen servicio”.
El manejar al grupo es una de las claves para los conductores. La tía Maritza reconoce que los más pequeños son los más inquietos, y es en ese momento, cuando deben aplicar la mejor de las técnicas. “Uno conoce a los niños, ellos te cuentan sus cosas. En mi caso les converso, les pregunto cómo les fue en el día y se va creando un buen clima”, dijo.

Confianza


El tío Nelson contó que a veces hay que hacer más de lo previsto. “Más de alguna vez me ha tocado un niño que se siente enfermo y cuando uno lo lleva a su casa, se encuentra con que no hay nadie y me lo he tenido que llevar. Hay confianza con los padres, nos conocemos y están tranquilos, después me llaman y lo pasan a buscar. Trabajar con niños es complicado, junto con manejar bien hay que tener el tacto y la actitud para poner las reglas claras. Uno es amigo de ellos, pero no se puede permitir que lo sobrepasen a uno”.
Para Véliz es fundamental que los padres consideren las medidas pertinentes para elegir un transporte escolar adecuado pues “no por ahorrarse algo de dinero se va a arriesgar la seguridad de los menores. Muchos dejan los niños con algún amigo, pero no se dan cuenta que en ese auto pueden ir 5 ó 6 más. A nosotros se nos exige una serie de requerimientos legales que debemos cumplir, tenemos todo establecido. Hay a veces una competencia desleal, pero es algo que debe regularse”.
“. Para trabajar en esto hay que manejar muy bien y cumplir con todas las normas que exige el Ministerio de Transporte. Nosotros llevamos años en esto y muchos nos recomiendan. Hay una trayectoria a la que responder, hay que ser muy rigurosos con los horarios y ser responsables, porque al final los padres dependen de nosotros para que sus hijos lleguen a la hora a los establecimientos educaciones y lo que es más importante, sanos y salvos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger

Buscar este blog