jueves, 1 de abril de 2010

Radiografía al estado de los edificios de San Antonio


La evaluación de los profesionales y estudiantes de la Universidad Andrés Bello es clara y dejó en evidencia la fragilidad del sistema social de edificación de viviendas. El ejemplo del grupo de torres de Villa del Mar fue claro. Allí se concentraron los mayores daños, por lo que se corrobora la tesis de la demolición


El movimiento sísmico del 27 de febrero pasado nos movió el piso a todos.

Desde el interior de cada persona hasta las bases más sólidas de las viviendas de San Antonio se vieron remecidas a las 3.34 horas.

Panderetas en el suelo, casas destruidas, calles con grietas, etc. Fueron sólo algunos de los vestigios que quedaron tras el terremoto.

Han pasado tres semanas desde aquel día y las imágenes que todos vimos siguen dando vueltas en nuestra cabeza; demás está decir que en la televisión la magnitud de la tragedia quedó en evidencia, enrostrándonos que en nuestra ciudad, los efectos fueron de menor magnitud.

Pero pueden decir lo mismo los vecinos de las torres de Villa del Mar, que en una noche vieron truncados sus sueños debido a los serios daños sufridos en los edificios, lo que obligó a su evacuación.

De hecho, muchos de ellos permanecen habitando en carpas en la multicancha del sector.

O qué piensan los propietarios del moderno edificio Don Enrique que tiene evidentes grietas en sus pilares.

Lo cierto es que decenas de inmuebles se vieron seriamente afectados, por lo cual la Municipalidad de San Antonio, realizó un catastro y ya dio su veredicto ante una serie de edificios que se presentan como un peligro para la comunidad.

Aproximadamente 22 son las construcciones que deben ser demolidas totalmente y otros en forma parcial.

Cuatro edificios del centro de Llo Lleo no salieron bien parados de este diagnóstico y deben ser demolidos

El edificio Restaurante ubicado en avenida Providencia #0296 esquina Vicuña Mackenna. Sus vecinos destacan que el lugar no estaba en condiciones de ser ocupado desde hace un tiempo, pero que con el fuerte sismo se terminó de caer.

Ubicado en pleno centro de Llo Lleo, en avenida Providencia 175 se encuentra un edificio que alberga locales comerciales y departamentos, el cual deberá ser destruido. En Inmaculada Concepción 329, el establecimiento de juegos correrá la misma suerte.

Emblemático para la comuna es el caso del edificio Don Enrique, que inaugurado en 1996, no resistió el movimiento telúrico.

En nuestro diario hemos dado amplias informaciones respecto de lo que sucede con el edificio del Centro de Justicia que tiene daños estructurales. Según lo señalado por el director (s) de Obras de la Municipalidad de San Antonio, Armando Sabaj. “Encontramos daños estructurales y no estructurales. En lo estructural tenemos, por ejemplo, el encuentro de una viga con un pilar con daño, pilares de la fachada oriente en varios pisos, losas de escala con problemas de conexión con las losas de entrepiso, en el ala sur grietas en muros, el muro de contención en la parte oriente del edificio muestra inclinación que provoco problemas en calle Luis Emilio Recabarren y problemas en las casas. También hay daños no estructurales en cielos, muros, ductos de calefacción ventilación, ascensores. El edificio no puede ser todavía utilizado”, dijo.

Evaluación

Ante esta situación, el municipio de San Antonio se puso en alerta y reactivó el contacto con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello (UNAB) –vigente desde el año 2005- para que especialistas docentes y estudiantes de dicho centro de estudios superiores realizaran un catastro y evaluación de daños en las principales áreas de nuestra ciudad.

De esa manera se constituyó un equipo de expertos y alumnos, quienes trabajaron en terreno, especialmente en Barrancas alto y Llo Lleo alto a cargo del director de la carrera de Arquitectura, Juan Mastrantonio.

Como decíamos al inicio de este tema, su informe dejó en claro la debilidad en la construcción de los edificios de Villa de Mar, cuya situación quedó en evidencia al constatar en terreno los serios daños en sus pilares.

Esta situación es desesperante para las 296 familias damnificadas del sector, quienes han realizado diversas manifestaciones durante esta semana para poner en análisis su situación.

De inmediato el nuevo gobernador Mauricio Araneda determinó la entrega diaria de 27 viviendas básicas de 18 metros cuadrados para las familias más necesitadas.

Sin duda una medida necesaria para aliviar la situación.

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