miércoles, 14 de abril de 2010

Aumentan perros y gatos abandonados en San Antonio


Tras el fuerte movimiento telúrico las mascotas también sufrieron una serie de problemas de salud. Esta situación redundó en el creciente número de mascotas que circulan por las calles de la ciudad


Si bien el pasado terremoto fue un episodio traumático para los sanantoninos, no es menos cierto que para nuestras mascotas también lo fue.

Quizás a simple vista no se aprecien muchos de los síntomas, pero también experimentaron las sensaciones de temor que sentimos nosotros.

El problema se agrava aún más con aquellos perros y gatos que quedaron abandonados a su suerte o que simplemente fueron olvidados por sus dueños; se trata de una realidad difícil, pero que se da en nuestra ciudad y en otras partes del país, transformándose en un problema mayor que va más allá de una simple solución. Se trata de educar a la tenencia responsable de animales, evitar que anden sueltos por las calles, donde se pueden transformar en potenciales agresores de personas o de otros animales; eso sin olvidar la suciedad y parásitos que pueden generar y transportar.

Lo claro es que las mascotas al igual que nosotros sufrieron con el sismo, por lo que vale estar atento a los síntomas.

El comportamiento de los animales frente a una catástrofe natural es bastante típico. Reaccionan con inquietud, expresando temor, aullidos, etc. Además tienden a escapar, buscando lugares que den más protección, por lo tanto, debemos estar preparados, en todo sentido, con el fin de dar cuidado y protección a todo nuestro núcleo familiar, incluyendo las mascotas.

Si su gato o perro duerme poco, come mucho, está temeroso y pasa la mayor parte del día escondido y asustado lo más probable es que esté sufriendo los efectos del terremoto.

Tratar de generar un ambiente sereno para su fiel compañero y respetarlo si desea mantenerse aislado son algunas de las recomendaciones de la experta en comportamiento animal de la U. Andrés Bello, María José Ubilla.
Tras el megaterremoto del sábado 27 de febrero, las mascotas también comenzaron a resentir sus efectos: estrés, aislamiento e hiperactividad, entre otros. “Su intensidad dependerán de las características sicológicas y el lugar en que residen. Por ejemplo, los animales que tienen antecedentes de problemas de ansiedad y los que viven en edificios son los más afectados”, explica la especialista.
De acuerdo a la veterinaria, una mascota estresada tras el terremoto y sus replicas generalmente busca esconderse, puede ser debajo de la cama o en zonas altas, comen más o no tienen ganas de comer o suelen acicalarse con mayor frecuencia, especialmente los gatos y los perros.
“Los canes en particular presentan hiperreactividad e hipervigilancia, duermen menos y descansan muy poco, sobretodo con las numerosas réplicas que hemos tenido. Hay que tener especial cuidado con aquellos animales que estén perdidos, tras el terremoto, pues están muy asustados y poco tolerantes al contacto físico.

Consejos


Respetar si quieren estar aislados, pero preocuparse de llevarles agua y comida.
No obligarlos a salir.
Es bueno sacar al perro a pasear más de lo habitual. Es clave el contacto social: físico, verbal y táctil.
Contribuir a un entorno normal.
En caso de réplicas no sobreproteger al animal.
Como medida de seguridad, es necesario tener a mano la correa del perro o el arnés.
Si se trata de un gato evitar tomarlo en brazos y salir con él porque éstos se estresan, es mejor dejarlos en la casa.

Rodrigo Venegas, Licenciado en Medicina Veterinaria de la Universidad de Chile, indica que los síntomas para detectar si nuestra mascota tiene estrés post terremoto: conductas inadecuadas a su comportamiento habitual como desórdenes alimenticios y en los hábitos del sueño, hiperactividad, agresividad, o incluso escapándose del hogar.

“Es la misma reacción al estrés asociado a un trauma, cambian su conducta habitual. Los gatos por ejemplo, se vuelvan más miedosos, no comen, rasguñan o dejan de hacer sus necesidades en su caja de arena. Es una alteración neurológica del tipo conductual.

Para la médico veterinario del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de San Antonio, Rosa María Romero, indicó que “Lo que se notó fue un aumento de reacciones sicológicas en los animales. Si nosotros nos asustamos con el terremoto, los animales también. Algunos de ellos se mostraron retraídos, otros salieron de sus casas y caminaron durante todo el día, tuvieron una actitud compulsiva. En aves por ejemplo, se notó un problema de postura, generada por el estrés vivido”.

De esta situación saben mucho los representantes del centro de recuperación de animales de Llo Lleo, pues han comprobado el aumento de perros vagos en la ciudad tras el sismo pasado.

La directora del establecimiento, Paola Chevasco, dijo que “estamos en este lugar hace 10 años, con una cantidad enorme de animalitos que vienen a dejar. La gente los deja y desparece, los tiran, vienen de noche o muy temprano en la mañana. Tras el terremoto llegaron seis perros, dos se dieron en adopción, los demás no se pudieron entregar. Lo que llama la atención es que son perros muy bien cuidados lo que demuestra que tuvieron un hogar, pero después de varios días nadie se ha preocupado de venir a buscarlos”, aseveró.

También dijo que en los últimos días se han visto más perros abandonados deambulando por las calles de la ciudad. “Siempre recorremos San Antonio y vemos que hay ciertos lugares donde se notan más perros en las calles. En Barrancas alto, hemos visto perros de diversas razas deambulando. Muchos se han refugiado en el sector de los ojos de mar, no sabemos por qué hay tantos animalitos que se reúnen ahí para refugiarse”.

Actualmente en el centro llolleíno se encuentran 24 perros y 14 gatos en recuperación, una labor complicada si se considera los limitados recursos que poseen.

Una cuestión de educación

Y aquí derivamos a otro tema que se torna de suma importancia en San Antonio: la tenencia responsable de las mascotas.

Así es, porque a la larga de los seres humanos depende que los animales (ya sean perros, gatos, aves u otros) estén bien cuidados. El terremoto en este caso actuó como un desencadenante de todo el estrés acumulado.

Si queremos que no hayan más perros abandonados en las calles de la ciudad, se debe comenzar por cuidarlos adecuadamente.

Sobre este tema ahonda la veterinario Rosa María Romero.

“A través del programa que tenemos en el municipio lo que se pretende es fomentar la tenencia responsable, enseñar que tener una mascota implica grados de responsabilidad con la familia y el nuevo integrante a quien hay que tener en buenas condiciones. Un propietario responsable va a saber que un perro no debe andar suelto en la vía pública, pues puede hacer destrozos, se va a ir a las basuras, va a hacer su necesidades biológicas en la calle, va a pelear con otros animales, puede atacar a otras personas”, indicó.

¿Cuál es la solución entonces?

Esta pasa por las personas, porque entiendan la responsabilidad que implica tener un animal en sus hogares.

¿En San Antonio falta cultura en ese sentido?

Lamentablemente este es un problema país. No existe la cultura de tener en forma adecuada un animal, que el perro esté en mi propiedad, no suelto en la vía publica.

¿Cuál es la labor que cumplen Uds. en ese sentido?

Bueno, nuestra labor no se entiende mucho. Una de nuestras acciones es la notificación a los propietarios que dejan a sus perros sueltos en la calle. Salimos a la calle, vemos muchos perros abandonados y cuando se le indica la responsabilidad a los vecinos, surgen una serie de excusas. Nuestra labor es educar; por lo mismo, les señalamos a los dueños de estos perros que existe una norma que están quebrantando. Ahora si Ud. es reincidente en la materia, el caso va al Juzgado de Policía lLocal, y allí se verá la gravedad de la situación.

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