viernes, 16 de octubre de 2009

Fumadores en la mira


Escena típica, usted va a un restorán de San Antonio a almorzar junto a su familia. Todo bien hasta que las personas que están en las mesas cercanas comienzan a fumar. Como usted no es fumador, se molesta.

¿Qué haría?

¿Solicitaría a las personas que dejen su placer de fumar por respeto a Ud. y los demás? ¿Hablaría con los administradores del local para que les exigiera que dejen el humo? ¿Se queda y soporta estoicamente?

Pues bien, desde el lunes 14 de agosto la Ley de Tabaco aplicará una serie de medidas que deben ser respetadas en nuestra ciudad y el resto del país por restoranes, pubs y discotecas, entre otros.

Y una de las principales indicaciones estipuladas es que los establecimientos mayores de 300 metros tengan espacios habilitados para fumadores y no fumadores. Los locales de menores dimensiones deberán definirse claramente si admiten a personas que fumen en su interior o no.

Esta situación no ha estado exenta de polémica pues implican una inversión económica importante; además, otros empresarios han señalado que tal medida los afectará enormemente porque ¿quién ha visto un pub o una disco sin gente fumando?

Pero eso no es todo, desde el lunes 14 estará prohibido fumar en colegios, hospitales, edificios públicos y lugares de trabajo, salvo que destinen espacios especiales para tal efecto.

Tampoco se podrá vender cigarrillos a menores de 18 años y vender a cien metros de un colegio.

Sanciones

Si usted es fumador y es denunciado ante el juzgado de policía local por vulnerar la ley en el lugar de trabajo, un supermercado, hospital o espacios públicos no autorizados (sólo se permite fumar al aire libre o en salas expresamente habilitadas para fumadores, arriesga una multa de media UTM la primera vez (alrededor de 16 mil pesos), pero si reincide lo multarán con el doble o el triple.

A multas de 1 a 50 UTM, ($31.885 a $1.594.250) y de 101 a 500 UTM ($3.220.385 a $15.942.500) se exponen quienes sean sorprendidos vendiendo tabaco a menos de cien metros de colegios, los que realicen publicidad de cigarrillos fuera de los lugares de venta (kiosco o supermercado, por ejemplo), los que exhiban cajetillas sin la advertencia del daño a la salud que ocupe el 40% de la superficie de una cara laterales, los que publiciten tabaco a menos de 300 metros de escuelas básicas o medias. Todos, también, arriesgan el decomiso de la mercadería.

También se sanciona con multas de entre 50 a 250 UTM ($1.594.250 a $7.971.250) a la persona natural o jurídica que infrinja las reglas sobre habilitación, superficie y ventilación de espacios para fumadores y reservados para no fumadores.

Quienes venden cigarrillos sueltos o en cantidades menores a diez unidades, arriesgan sanciones que van desde 1 a 50 UTM. También, si el infractor es dueño o administrador de un local que permite fumar en sitios no autorizados deberá pagar 1 UTM por la infracción, a menos que éste denuncie la negativa del fumador.

Advertencia

Si usted fuma en un lugar no permitido, el dueño o administrador del local deberá pagar una UTM. Pero si le advirtieron que no podía hacerlo y usted insistió, Carabineros podrá intervenir y, además, deberá pagar media UTM.

Si usted decide insistir, a la segunda le cobrarán el doble de castigo. Y a la tercera, el triple. Si se trata del administrador de un local que no respeta la norma, el recinto podrá ser cerrado hasta por 30 días a la tercera infracción dentro del mismo año.

Las multas más graves corresponden a la utilización de "aditivos o sustancias prohibidas por el Ministerio de Salud o excediendo los límites máximos permitidos" en cada cigarrillo, infracción con la que se arriesga un pago de 500 a 1.000 UTM y decomiso de las especies.

En San Antonio

La nueva ley comenzará a regir el 14 de agosto y después de ese plazo, las tabacaleras, como los comerciantes y dueños de restoranes, tendrán un plazo de un año para adecuarse.

Es por eso que los empresarios de San Antonio se preparan para acatar la ley y estar dentro de la norma.

Para el administrador del tradicional restorán “Juanita”, Francisco Francesetti, “este es un tema que hay que tener en consideración. Nosotros contamos con un espacio a la entrada de nuestro establecimiento que habilitaremos como salón para no fumadores; para ello estableceremos una mampara que cierre herméticamente el lugar; además contaremos con un extractor de aire que permita a los clientes contar con una circulación de aire permanente. Esta remodelación permitirá cumplir con la ley”.

Agregó que “sin duda que esta ley es un tema complicado, pero como en establecimientos como el nuestro, donde se expenden comidas, es habitual que la gente comprenda que no puede fumar. Me ha tocado casos donde personas solicitan permiso para fumar o piden que se recalque que en el interior no se puede consumir cigarrillos. Pero creo que a quien más afectará esta ley será a los pubs y discotecas porque es muy raro que uno vaya a esos lugares y la gente no fume”.

En tanto, la propietaria del restorán Bello Horizonte, María Soledad Canelo, indicó que “para nosotros se hace complicado el hecho de definir un sector netamente para fumadores, ya que nuestro establecimiento es bastante amplio y muy alto, por lo que tener un espacio hermético se hace difícil. Creo que es necesario poner atención en el tema del consumo de cigarrillos, por eso estamos estudiando definirnos por fumadores o no fumadores”.

Sostuvo también que “por un tema de salud puede ser apropiado ser un local para no fumadores y quien desee hacerlo puede salir afuera y luego regresar, pero hay que analizarlo seriamente. Eso sí, queremos cumplir con la ley y apoyar el tema de la salud”.

Acatar nomás

Para el empresario Aldo Rojas, propietario del pub “El Baúl del Cerro”, la aplicación de la ley puede parecer dura, aunque habrá que acatarla. “Es un asunto que hay que acatar, pero tenemos un año como para ponernos a tono con la ley. Creo que en ese espacio nos vamos a poner de acuerdo aunque tengo claro que si las autoridades exigen este tipo de medidas hay que cumplirlas para seguir funcionando”.

Rojas explicó que en todo caso encuentra contraproducente este tipo de leyes que restringen pues “se supone que uno va a estos lugares de recreación a pasarlo bien y a liberar tensiones; entonces qué te pongan más restricciones es como difícil y algo absurdo”.

Indicó también que esto se trata de un tema de cultura. “Al principio puede parecer de fuertes sanciones, pero después ya no será tan restrictivo. Si miramos desde el punto de vista de las restricciones a los fumadores puede que me afecte, ojalá que no, pero estimo que los parlamentarios que hacen estas leyes deben diferenciar restoranes de pubs y discotecas. Ahora si me dan la opción yo elegiría ser un local para fumadores, por cuanto es habitual que en este tipo de establecimientos la gente fume”.

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