martes, 29 de diciembre de 2009

Automedicación: la salida fácil a los dolores


Cada uno de nosotros emplea en determinados momentos medicamentos sin atender la opinión de un especialista. En el abuso está el riesgo. Desde un aparentemente simple paracetamol hasta antiinflamatorios, pueden causar problemas si es que se utilizan indiscriminadamente



El grave caso de Johana Salazar quien necesita de un trasplante de hígado debido a que se automedicaba indiscriminadamente analgésicos, volvió a poner en el tapete de la discusión el tema de abusar de los medicamentos.

Johana de 35 años de edad, habitualmente tomaba analgésicos para enfrentar el dolor de cabeza que la angustiaba

"Cuando ya no se le quitaba con el migranol empezaba con los paracetamol, cualquier analgésico que ella tuviera a la mano", dijo Patricio Vera, pareja de la afectada.
Desde hace 10 años que Salazar sufre de jaquecas tensionales, por lo que no sólo consumía migranol y paracetamol, sino que también nefersil, ergotamina y valpax.

Toda esta historia de abusos le provocó un daño hepático que sólo puede subsanar con un nuevo órgano.

Si bien la situación que afecta a esta mujer es extrema no es menos cierto que la automedicación es una actitud enraizada en nuestra cultura. Muchos le hacemos el quite a los médicos cuando tenemos a la mano algún remedio que nos puede ayudar.

Antibióticos, antidepresivos, analgésicos y antibióticos, son de uno habitual, a pesar que para adquirirlos se necesite de una receta médica.

“Si le hizo bien a un amigo, por qué no me va a hacer bien a mí”, es el comentario habitual.

El dato de algún conocido puede ser el primer paso a la automedicación. Pero cuando esta acción se transforma en costumbre, se utilizan medicamentos recetados para otra persona y se abusa, ahí está el peligro.

La químico farmacéutico Carmen Sandoval, directora Escuela Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, señala que “Es necesario que la comunidad tome conciencia que todo medicamento es un bien social y debe ser utilizado con la supervisión de un profesional farmacéutico. Muchas veces las personas desconocen que la seguridad y efectividad puede variar dependiendo de la hora en que se toma sus medicamentos; que algunos alimentos interfieren en el efecto y disminuye su seguridad; que comprarlos fuera de la farmacia es altamente riesgoso para la salud; y que entre los efectos secundarios de algunos medicamentos está la pérdida de memoria, caídas, insomnio, aumento de la presión arterial y muchos otros”.

Agregó que “el químico farmacéutico es un profesional de la salud cercano a las personas y su formación académica le permite brindar una atención al alcance de todos, todo paciente debe exigirlo en su farmacia”.

Una realidad

De los problemas de la automedicación sabe la doctora Patricia Gutiérrez, del área de Medicina del hospital Claudio Vicuña de San Antonio. A diario deben lidiar con personas que llegan a tratarse de una enfermedad cuando ya han probado de todo por cuenta propia.

La gente no conoce que algunos medicamentos pueden ser riesgosos si uno los toma en ciertas dosis y sin la supervisión de un especialista. “Lo que pasa es que los medicamentos en general, son elementos ajenos a nuestros organismos y por lo tanto, pueden provocar el efecto buscado o lo contrario; eso independiente de la dosis. El paracetamol, por ejemplo. Si tengo dolor de cabeza lo voy a utilizar, pero si no se me pasa el dolor, voy a tomar dos o tres y así. El paracetamol en sí es hepatotóxico, (en dosis elevadas provoca daño al hígado); o pueden provocar reacciones alérgicas”, explica la profesional de la salud.

¿Qué otros medicamentos de uso habitual son dañinos en dosis altas?

Los que más vemos en San Antonio es el abuso de antidepresivos. A la larga pueden provocar daño cardiovascular y problemas renales.

Además hay otro riesgo implícito con estos elementos. Cuando hay personas muy depresivas se les aplica el tratamiento; el problema está que cuando logran estabilizarse, aumenta la tendencia al suicidio; entonces, se debe tratar con mucha atención.

¿Las tradicionales aspirinas también generan daños?

De partida no son recomendadas para niños. Ahora, si hablamos de abusos y dosis elevadas, ocurren hemorragias gástricas, trastornos de la coagulación. Claro que esto tiene que ver mucho con las características del individuo.

¿La automedicación es un tema de cultura o de economía?

Lo que hemos visto aquí es un tema de cultura. Se da un desconocimiento por parte de las personas respecto de los riesgos que puede provocar el automedicarse. Farmacología es un curso que se debe ir actualizando permanentemente, por lo que se supone que un especialista debiera manejar los conceptos. No me imagino que una persona día a día revise un capitulo nuevo de farmacología para determinar qué es lo apropiado para consumir o no. No conoce los efectos colaterales, las dosis tóxicas.

Me he encontrado con que la gente se entera por comentarios de los efectos de un medicamento, pero lo que es bueno para una persona, no implica necesariamente que vaya a actuar de la misma manera en ellos.

Hay que analizar las patologías que presenta el paciente en un momento determinado, su condición física y otros aspectos, que no tienen por qué repetirse de igual manera en otra persona.

¿Este problema se da en todas las edades?

En general los adultos jóvenes se da que tienen poco tiempo para preocuparse de su salud, por lo que si sienten una molestia toman algún medicamento por cuenta propia y no llegan a los orígenes de los síntomas.

En general esta tendencia se da con más fuerza en los adultos mayores. Se entregan consejos entre ellos y si se enteran que un medicamento le hizo bien a una persona conocida, es probable que ellos intenten repetir la experiencia.

Habitualmente las personas ocupamos antiinflamatorios y antibióticos de una u otra forma. ¿Por qué debe haber un cuidado especial con ellos?

Los antiinflamatorios tienen tres efectos; el primero, obviamente antiinflamatorio, pero además son antipiréticos y analgésicos. O sea son para la fiebre, el dolor y la inflamación. Si se utiliza en forma indiscriminada pueden tener efectos a nivel gástrico con hemorragias. Además de daños renales, hepáticos y reacciones alérgicas que son lo más frecuente.

En cuanto a los efectos adversos de los antibióticos, se cuentan la intolerancia gástrica. El uso indiscriminado a la larga genera resistencia bacteriana; o sea –por ejemplo- el estreptococo que provoca la neumonía se puede hacer resistente al medicamento.

En San antonio nos hemos encontrado con personas que habitualmente utilizaban amoxicilina por su propia cuenta y cuando realmente la necesitan, nos les hace efecto.

A veces tenemos paciente con bacterias muy fuertes, por lo que obliga a aplicar dosis de antibióticos muy costosas.

¿Cuáles son las principales recomendaciones entonces?

Primero informarse del adecuado uso de los medicamentos. Saber para qué son y que se debe respetar para quién fue recetado. No hay que manejar medicamentos que uno no conozca su utilidad. Tampoco dejarlos al alcance de los niños

Si uno tiene estos elementos, deben estar rotulados. Colocarle la fecha que los abrió y para qué le fue asignado. Además de la fecha de vencimiento que tiene.

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