martes, 16 de marzo de 2010

Sanantoninos tienen una segunda oportunidad




Gracias a la oportunidad que les brinda la labor solidaria del gobierno de Venezuela, hasta el momento se han atendido más de 2.300 personas en la zona; de ellas, 133 han sido intervenidos quirúrgicamente para recuperarse de enfermedades a la vista, 14 han recibido implantes, además de cientos atendidos por las ópticas


“Cuando llegué a mi casa después de la operación en Venezuela, vi a mis hijos y noté muchos detalles que antes no había visto… Estaba feliz, por fin podía ver bien a mis hijos”.

Las palabras son de Haydeé Abarca, una de las sanatoninas que fue intervenida quirúrgicamente por especialistas oftalmológicos en Venezuela; en el marco de la Misión Milagro, la que nació de una iniciativa de los gobiernos de Cuba y Venezuela cuyo objetivo es devolverle la visión a quienes sufren cataratas, terigium y otras afecciones. En Chile la mayoría de los pacientes de esas enfermedades ha esperado meses, e incluso años, para ser operados en el sistema público de salud. Son enfermedades de sencilla curación, pero mantienen prácticamente en la ceguera a miles de personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la falta de acceso a atención oftálmica hace que millones de personas estén privadas de visión a raíz de cataratas -que siguen siendo la causa de la mitad de los casos de ceguera-, pese a que una cirugía permitiría devolverles la visión. La Operación Milagro ha curado a personas de escasos recursos afectadas por ceguera y otras enfermedades en instalaciones quirúrgicas de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Haití y Honduras, para disminuir el costo de traslado y garantizar la continuidad del programa.
Delitza Fuentes, segunda secretaria de la embajada venezolana, encargada de coordinar la Operación en Chile, señaló: “El programa de la Operación Milagro forma parte del Convenio Sandino, suscrito entre los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro el 21 de agosto de 2001. Se propone trabajar con quienes en América Latina viven en situación de exclusión, para brindarles la posibilidad de operarse en Venezuela de patologías oftalmológicas como cataratas y pterigión en grados avanzados y no complicados”. Agrega que la experiencia ha sido tan diversa como la realidad de cada país: “En algunos países hemos trabajado en forma directa con los gobiernos centrales, locales, la sociedad civil, etc. En Chile, el programa se inició en 2006 con el apoyo de organizaciones sociales, políticas y culturales que se sumaron a esta tarea de identificar pacientes en poblaciones de escasos recursos. Actualmente, contamos con una amplia red de organizaciones voluntarias. Cada vez contamos con más apoyo de municipios comprometidos con la salud de sus ciudadanos”.

Amplio trabajo

Haydeé está contenta, recuperó la vista, pero más que eso recuperó la autoestima, sus ganas se salir adelante, de crecer junto a su familia (sus maridos y su hijo e hija), con la cual siempre ha estado apoyada.

Repetir la experiencia de esta sanantonina y brindar una real solución es la motivación que tiene Miryam Romero Meza, quien hace tres años trabaja como voluntaria de la Misión Milagro y destaca la solución que sus operativos han entregado a muchos vecinos.

“Bueno, comencé en esto como parte de mi labor de dirigente social; soy presidente de la Junta de Vecinos de la Viuda X y necesitaba conocer algunas oportunidades para los vecinos de nuestro sector; así buscando por aquí y por allá, conocí lo que hace Misión Milagro y noté que es una buena oportunidad para ayudar a los demás”, señala.

Indica que cada cierto tiempo la organización realiza operativos oftalmológicos en San Antonio, donde a través de un convenio con una óptica, permite que las personas se puedan atender por un especialista a un precio módico.

De hecho, esta semana se realizó un operativo, donde por 5 mil pesos, aproximadamente 60 personas fueron atendidas por el cirujano oftalmológico cubano Jorge Tamayo. En esta instancia se pesquisan los casos más complicados y que califican para formar parte de la delegación que posteriormente será evaluada en la Embajada de Venezuela en Santiago y ahí determinar quiénes pueden viajar a la república bolivariana para ser atendidos.

¿Costos altos piensa Ud?

Eso es lo notable, todo esto sin costo para los pacientes, independiente de la condición, religiosa o política.

Bueno, puede ser estimado lector que uno tienda a no creer tanta solidaridad…

Créame no es el único.

Y aquí bien vale una reflexión. ¿Será que estamos acostumbrados a pagar por todo para que nos atiendan bien y tengamos una solución?

Lo más probable es que pensemos que sí.

Ante esta consulta Miryam Romero señala que sí, que así. “Eso lo pueden corroborar los pacientes que se han atendido. Al principio uno debe pagar 5 mil pesos por la consulta, pero después la atención de los especialistas, el viaje en avión a Venezuela, la estada en el hospital, la intervención quirúrgica y el proceso de recuperación, son sin costo para las personas. Sólo se paga la tasa de embarque del vuelo, nada más. Para las personas que no tienen previsión es muy caro atenderse en forma particular, por eso muchas de ellas se dejan estar cuando sufren algún problema. Aquí en San Antonio las horas se dan muy poco, no hay especialistas para abordar la demanda. Entonces Misión Milagro es una alternativa real no sólo para las personas que tienen previsión”.

Miryram viajó a Venezuela como parte del grupo de chilenos, conoce de cerca el proceso y comprobó en persona el avance de muchos de los que se operaron. “Cada paciente cuesta para el gobierno de Venezuela aproximadamente 6 millones de pesos chilenos, además se les hace un seguimiento para ver su evolución. Ahora Chile hace un año permitió que las personas que están en Misión Milagro puedan viajar a Venezuela sin la necesidad de pasaporte. En esto debo agradecer la importante gestión de la Municipalidad de San Antonio; antes debíamos hacer innumerables gestiones para conseguir el dinero y comprar los pasaportes de los pacientes; ahí el municipio –representado por el alcalde Omar Vera y la asistente social Fabiola Vera- siempre nos colaboró”.

¿Las personas entienden que van Venezuela como parte de una misión médica?

Sí, se comprende que van a internarse a un hospital. Esto no es un paseo, ni turismo. Van en busca de una solución a sus problemas. Aunque en algunas ocasiones las estadías incluyen hoteles de primer nivel, además de actividades especiales a cargo de la organización. El grupo está allá unos 15 días, lo suficiente para su evaluación, intervención y recuperación.

¿Cuáles son los pasos a seguir de la Misión Milagro en San Antonio?

Bueno, estamos en proceso de actualización de los datos de todas las personas que serán evaluadas en Santiago. El primero de marzo debemos acudir a la Embajada de Venezuela donde un equipo multidisciplinario evaluará a los pacientes y determinará quién cumplen los requisitos para ser parte del vuelo con 100 chilenos que se trasladará hasta Venezuela para ser atendidos.

Labor solidaria

El cirujano oftalmólogo cubano Jorge Tamayo ha tenido una amplia experiencia en países del Caribe, de Oriente e incluso de Africa. Hace 11 años que desempeña en su especialidad en nuestro país. Aquí fue contactado por representantes de Misión Milagro y desde hace realiza este trabajo.

¿Por qué está en Misión Milagro?

Fundamentalmente porque creo que es una labor bonita que va en ayuda de personas de escasos recursos. Aceptamos colaborar y ahora se ha propagado en todo el país.

¿Ud. ha tenido experiencias en otros países, qué diferencias nota con los pacientes chilenos?

En general los problemas son los mismos. Aquí la gente es cariñosa, agradecen lo que reciben. Eso se ve siempre, porque una persona que tiene problemas de salud, siempre agradece cuando reciben una buena atención.

¿El trabajar con personas se escasos recursos a Ud. lo deja satisfecho en los personal, más allá de lo profesional?

Sí, por supuesto, me deja muy contento, porque es una importante ayuda. Eso viene de mi formación profesional; en Cuba la medicina es gratis y uno no cobra por su trabajo. Al principio me costó un poco al encontrarme con otro sistema en Chile, pero desgraciadamente hay que hacerlo.

¿Cuáles son los principales problemas que tienen los pacientes sanantoninos?

Fundamentalmente lo relacionado con los defectos refractivos, todo lo que tiene que ver con el uso de lentes; pero igual se ve mucho terigium, el cual es una enfermedad del segmento anterior del ojo y es operable de manera sencilla; la mayoría de las veces tienen una buena recuperación. También aquí se ve muchos casos de cataratas, patología que también se opera; además de personas con glaucoma y pacientes diabéticos con algún problema de retinopatía.

¿Los pacientes sanantoninos entienden lo que es la Misión Milagro?

Sí, ellos están informados. Ellos conocen algunos casos de personas que han sido evaluadas y que han sido operadas con éxito. Igual, como en toda cirugía, puede haber casos que presenten una que otra complicación, pero eso ocurre en cualquier lugar del mundo.

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