Para muchos la imagen de los adultos mayores es la del viejito que pasa sus días en la tranquilidad de su hogar, disfrutando de sus horas haciendo las cosas de la casa o viendo televisión.
Quizás eso es lo que muchas personas creen, pero en San Antonio hay grupos organizados de personas mayores que se
pusieron de acuerdo para hacer cosas entretenidas, aprender una manualidad, compartir con otras personas de su misma edad e intereses, conversar o simplemente para salir de la casa y buscar nuevas amistades.
Salir de la rutina del encierro en casa, de los platos, de la cocina.
Muchos ya criaron y ahora es turno de ellos.
Si hace un siglo atrás el índice de vida de los chilenos no superaba los 60 años, hoy la realidad es muy distinta y la esperanza de vida al nacer ahora es de 73 años para los hombres y 77 para las mujeres, según lo estimado por el Instituto Nacional de Estadísticas- INE.
En Chile, más de un millón y medio de habitantes se encuentran en el rango denominado adulto mayor, ello es sobre los 60 años.
Pero qué se puede hacer cuando no se tienen los recursos para hacer grandes cosas: organizarse.
Y eso es lo que hicieron los 33 socios del taller del adulto mayor “Purísimo Corazón de María” que residen en la parte alta de Bellavista.
Ellos asisten periódicamente a la capilla del mismo nombre ubicada en la población Las Bodegas, así se conocieron y buscaron la forma de tener su propio club
Con su personalidad jurídica en ciernes, el grupo ha salido adelante y todos los lunes, desde las 15 horas se reúnen en el salón de la capilla para compartir.
Todos ha salido de a poco, por eso la monitora Cecilia Riveros, cuenta que “se están haciendo algunas cosas. Yo me he encargado de hacerles algunas manualidades, de hecho ahora hemos realizado trabajos para el Día de
Y les ha dado resultados, sólo basta ver el entusiasmo con que trabajan. Parecen niños con una actividad entretenida que realizar.
“Es que muchas de ellas estaban encerradas en las casas. Ya criaron ya algunas abuelitas estaban solas, con la necesidad de hacer algo que no fuera en la cocina. Por eso vienen para acá y lo pasan muy bien, se ríen, cuentan chistes y se hace algo para sus casas. Son pocos los recursos que tenemos por ahora, pero esperamos que pronto con nuestra personalidad jurídica podamos optar al apoyo de otras instituciones como el municipio”, señala.
Muchas ganas
Cuenta además que “una se siente útil aquí, muchos son mis vecinos y ahora también son mis amigos”.
Carmen Gatica trabajó toda su vida. Ahora tiene una pensión, por lo que vive tranquila junto a su marido y su hijo. Con muchas ganas ha volcado sus energías en esta nueva organización que le ofrece más oportunidades de crecimiento en lo personal.
“Siempre quise hacer algo distinto, para no estar siempre en la casa sola viendo televisión. Viniendo a misa conocí a muchas personas y de ahí nació esta idea. Ahora soy la tesorera y esperamos hacer muchas cosas juntos”, cuenta.
La señora Carmen hace poco tuvo la oportunidad de viajar al sur del país y a Argentina en un viaje de
“Nos reunimos también para tomar tecito. A veces se hacen sopaipillas, en otras ocasiones alguna de las socias traen un queque, pero si hay que tomar té pelado, se disfruta igual nomás. Lo importante es que se la ha abierto otra ventana y con sus años que tienen, no se puede desaprovechar”, dijo.
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